EEUU revive el fantasma de Teherán y evacua ya su embajada en Kabul ante la llegada de los talibanes
Cuarenta años después, Estados Unidos revive el fantasma de la embajada de Teherán (Irán, 1979) y ha empezado a evacuar de forma urgente en helicópteros la ciudad de Kabul. La capital de Afganistán está ya completamente rodeada por las fuerzas talibanes, que aguardan en los suburbios la orden de entrar en la ciudad ya que, según sus dirigentes, quieren evitar a toda costa un baño de sangre.
«Dado que la capital, Kabul, es una ciudad grande y densamente poblada, los muyahidines del Emirato Islámico no tienen la intención de entrar en la ciudad por la fuerza, sino de entrar pacíficamente en Kabul. Se están celebrando negociaciones para garantizar que el proceso de transición se complete de forma segura», han explicado en un comunicado del autodenominado Emirato Islámico.
El gabinete de Biden ha ordenado la evacuación urgente de su embajada ante la inminente toma del poder por los rebeldes y la debacle del Gobierno afgano de Ashraf Ghani Ahmadzai, que ha sido incapaz de resistir el avance de las tropas talibanes tras el abandono de las fuerzas extranjeras del país.
Según algunas fuentes, varias columnas de humo salen del recinto de la embajada estadounidense, atribuidas a la quema urgente de documentos y todo tipo de material sensible.
Según The New York Times, el enviado especial de Estados Unidos para Afganistán, Zalmay Khalilzad, ha pedido a los talibanes que no entren en la capital hasta que Estados Unidos concluya las evacuaciones.
Khalilzad, según las fuentes del medio, espera convencer a los líderes talibanes de que la embajada debe permanecer abierta y segura si el grupo espera recibir ayuda financiera estadounidense y otra asistencia como parte de un futuro Gobierno afgano.
5.000 soldados de EEUU
La embajada estadounidense, por su parte, ha informado de que «el presidente de Estados Unidos ha autorizado el despliegue de aproximadamente 5.000 tropas para garantizar una reducción ordenada y segura de la embajada de los Estados Unidos y otro personal aliado».
La embajada mantiene a más de 1.400 empleados, pero se desconoce el número exacto que permanecerá allí tras el final de la evacuación. Estados Unidos espera mantener una «presencia fundamental» en la capital afgana para facilitar más salidas y mantener una comunicación directa con el Gobierno afgano, según el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
Los insurgentes han anunciado este domingo que todo el país se encuentra ya bajo su control y que ha comenzado el proceso de negociación para la entrada «pacífica» de sus combatientes en Kabul.
Según han confirmado fuentes oficiales y testigos al diario estadounidense The Washington Post, los talibanes han comenzado a tomar posiciones este domingo a las afueras de la capital, aunque su cúpula ha dado orden a los combatientes de que se abstengan de entrar por la fuerza.
De hecho, fuentes locales han confirmado a la cadena NBC News que hay presencia talibán en los distritos de Kampany y Barchi, aproximadamente en el extremo oeste de la ciudad, en medio de la aparición de banderas talibanes en uno de los distritos metropolitanos ubicados cerca de la universidad de Kabul, de acuerdo con las fuentes de la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.
«Todas las partes del país han quedado bajo el control del Emirato Islámico», de acuerdo con un comunicado publicado por su portavoz habitual, Zabihulá Muyahid.
Los talibanes aseguran que hasta que culminen las negociaciones, la situación de seguridad en la zona quedará en manos «del bando contrario», es decir, el Gobierno afgano. Por último, garantizan a la población su seguridad al afirmar que no están buscando «vengarse de nadie» y que «todos los funcionarios civiles y militares permanecerán a salvo».
«Queremos que todos los afganos, de todos los ámbitos de la vida, se vean a sí mismos en un futuro sistema islámico con un gobierno responsable que sirva y sea aceptable para todos», concluye el comunicado de los rebeldes.